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La hora del optimismo rural
© José An. Montero / Profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales (UCLM) | Algo está cambiando en los pueblos. No son el problema. Nunca lo fueron. Los graves problemas del mundo contemporáneo han surgido del ámbito urbano, en muchas ocasiones por mirar hacia otro lado y olvidar muchos conocimientos tradicionales que habían permitido la supervivencia durante milenios.
Es el tiempo de los pueblos, de buscar alternativas
y nuevas formas de ver el mundo usando mimbres distintos. Un fenómeno que se
refleja en la reciente atención mediática y en la inclusión del mundo rural en
la agenda política, pero que deben ir mucho más allá, porque en este momento se
da una confluencia de factores que abren una ventana de oportunidad para
revertir el fenómeno de despoblación que ha sufrido el mundo rural durante el
último siglo.
Hablar de emprendimiento rural ya no es un oximorón,
si no una realidad que está dando sus frutos a través del apoyo a propuestas de
personas interesadas en instalarse en el medio rural. Innovación apoyada en
conocimiento tradicional, pero también en medidas públicas concretas favorezcan
este regreso al medio rural con vivienda social, incentivos fiscales o
equiparación de los servicios públicos, superando la cultura de la subvención
para instalarse en la de la inversión.
Nuevos discursos innovadores construidos desde el
mundo rural, que deben visibilizarse públicamente, generando nuevas dinámicas
de creación de empleo y servicios que permitan que la vida en los pueblos sea
una opción real a valorar.
La sociedad en su conjunto debe entender que no
puede realizarse una transición ecológica que excluya al mundo rural. Si hemos
de abandonar necesariamente la economía del usar y tirar, las nuevas
oportunidades están en el campo, en la gestión de los montes y de los recursos
naturales para que sean productivos, generando riqueza sostenible y empleo en
la nueva economía circular. Las iniciativas políticas y legislativas deben
caminar de manera clara hacia el ciclo biológico de la economía circular como
componente clave del Green Deal, incluyendo el monte, ese enorme porcentaje del
territorio que hemos abandonado porque no era productivo en el actual modelo
lineal y depredador, pero que es clave desde la perspectiva circular.
La clave está en el ciclo biológico de la economía
circular, no se trata sólo de mantener los materiales en circulación el mayor
tiempo posible a través de su reutilización o reciclaje, sino en sustituir
materias primas finitas por renovables, y estas son biológicas y se producen en
el ámbito rural. La agricultura ecológica será clave para generar resiliencia
biológica al cambio climático y debe convertirse en un foco de atracción para
la iniciativa empresarial, sin olvidar la importancia estratégica la soberanía
alimentaria y la producción de alimentos kilómetro cero, porque la última
crisis sanitaria debe hacer reflexionar sobre la debilidad de fiarlo todo al
comercio global. Para el cuidado de estos ecosistemas será necesario conservar
y valorar el conocimiento rural tradicional agrosilvopastoril que debe formar
parte también de un nuevo pensamiento ecológico que debe también poner su foco
en la agricultura, en la ganadería y en la gestión del monte. Lo rural y lo
medioambiental deben caminar juntos indefectiblemente.
La transición ecológica y tecnológica, la economía
circular, nuevas formas de entender el turismo de manera sostenible e integrada
en la economía rural, nuevas maneras de entender la escuela rural y la calidad
de vida, la responsabilidad social corporativa o la posibilidad real de
trasladar iniciativas públicas y privadas al medio rural aportándole un valor
añadido, forman parte de este nuevo escenario social, ambiental y económico.
Sobre estos temas se estuvo hablando durante la I Semana Universitaria del
Optimismo Rural que se celebró en Tragacete hace unos días, organizada por la
Fundación Los Maestros y en la que participaron expertos universitarios,
empresariales y vitales.
Los pueblos se han convertido en laboratorios de
innovación. Es tiempo para el optimismo rural.
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