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Hallan en Alcázar de San Juan una fosa islámica con una inscripción coránica del siglo IX

Una teja con inscripción coránica reutilizada como brazalete de arquero centra el hallazgo El subsuelo de una vivienda en la calle Jesús Romero, en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) , ha sacado a la luz importantes restos arqueológicos que abarcan desde la antigüedad tardía hasta la época contemporánea. El hallazgo se ha producido durante los trabajos preventivos realizados con motivo de la construcción de un nuevo sótano en el inmueble. Entre los vestigios encontrados destaca una fosa fechada entre los siglos IX y X , perteneciente al periodo islámico. Su relleno contenía materiales arqueológicos de gran valor , como restos óseos, cerámicas decoradas (ataifores, cántaros, piezas acanaladas, candiles), objetos de bronce, cáscaras de huevo y cenizas. Una de las piezas más singulares recuperadas es una teja reutilizada como brazalete de arquero , perforada con diez orificios y decorada con una inscripción árabe: la fórmula coránica Bismillah ("En el nombre de Al-lah, el Mise...

Castilla-La Mancha como Bien de Interés Cultural (BIC) los yacimientos arqueológicos de Las Motillas

 Actualmente son 46 las motillas repartidas por toda la geografía regional, de las que tres ya han sido declaradas BIC

La Consejería de Educación, Cultura y Deportes está trabajando en la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de las ‘motillas’ de Castilla-La Mancha. Así lo ha anunciado hoy la viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz, durante una visita a los trabajos de excavación y conservación que se están desarrollando en la Motilla del Azuer.

En esta visita, la viceconsejera ha estado acompañada entre otros por la delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo; el director académico del vicerrectorado de Estudiantes de Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Miguel Ángel Pacheco; el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra; y por el delegado de la Consejería en la provincia de Ciudad Real, José Caro.

La viceconsejera ha explicado que las denominadas “motillas” son yacimientos arqueológicos singulares y emblemáticos de la etapa prehistórica de la Comunidad Autónoma “que merecen contar con este nivel de protección patrimonial”.

Las ‘motillas’ se localizan en el área geográfica de La Mancha, son referentes de la ocupación de este territorio en la Edad del Bronce y deben su nombre a las evidentes elevaciones que conforman los derrumbes de las estructuras antiguas en la planicie manchega. Muchos de estos asentamientos se asocian a la captación de aguas subterráneas, que hacen que se protejan sus pozos con líneas de murallas concéntricas.

De hecho, ha añadido Muñoz, algunas de estas motillas ya cuentan con esta protección como la Motilla del Acequión (Albacete) declarada BIC en 1991, o la Motilla de Los Palacios (Almagro) en 1992, y la más reciente, la Motilla del Azuer (Daimiel) en 2013.

En la actualidad, son 46 motillas conocidas por la investigación, 35 se encuentran en la provincia de Ciudad Real, nueve en la de Albacete, uno en la de Cuenca y uno en la de Toledo.

Campaña para la protección del patrimonio arqueológico y paleontológico

Por otra parte, la viceconsejera de Cultura y Deportes ha destacado la buena marcha de los proyectos para la investigación del patrimonio arqueológico y paleontológico que, tras la pandemia, este año ha retomado el Gobierno regional.

La viceconsejera, que ha recordado que son 42 los proyectos que se están desarrollando este verano en las cinco provincias de la región y a los mismos se destinará un total de 450.000 euros.

Uno de estos proyectos es el que se desarrolla, por primera vez, en la Motilla del Azuer con alumnos y alumnas de la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y que consiste en la excavación arqueológica en la zona norte de la motilla. Este proyecto cuenta con una subvención de más de 2.600 euros de la Junta de Comunidades y también el apoyo económico del Ayuntamiento de Daimiel.

La intención de estas excavaciones es sacar a la luz datos sobre las viviendas, cultura y sobre todo el contexto funerario ya que en esa zona se ubicaron los enteramientos. También se podrán conocer nuevos detalles sobre la fortificación.

Para Ana Muñoz, estos trabajos “nos permiten que nuestros yacimientos sean unos lugares vivos y sirven, por una parte, para que los alumnos y alumnas conozcan y ayuden a conservar nuestro patrimonio y por otra para ponerlo en valor para que sirva de atracción turística y por lo tanto una fuente de ingresos para nuestro mundo rural”.



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